“Valeria, cuando Jimena salga del hospital, se quedará en tu casa. Recuerda poner lirios en la habitación principal y empapelar las paredes con azul, es su color favorito.”
“Sale en quince días. Mientras tanto, guarda tus cosas en el sótano. Las de Jimena ocupan mucho espacio.”
Las manos de Isabel temblaban mientras sostenía el celular.
Quizás también sintió esa desesperación: su mejor amiga agonizando, y la madre de ella… pensando en otra persona.
Pero bueno… no era la primera vez que entendíamos la realidad.
Mis párpados pesaban demasiado. Me estaba yendo. Estaba tan cansada...
Isabel lloraba a gritos, pero ya no podía consolarla.
20 de abril. Valeria falleció.
Desde la perspectiva de Jimena Torres
Estaba viendo televisión cuando se abrió la puerta de mi habitación.
—¿Tú qué haces aquí? —le solté, helada.
Era mi padre biológico. Al verlo sentí miedo y asco.
Me miró de arriba abajo con burla.
—¿Qué a qué vengo? A lo de siempre: dinero. Dame cien mil dólares, estoy seco.
—Si no te hubi