—Aquí estoy lamento la demora.
Theo vio casi con miedo a la joven, misma que apareció frente a ellos, como si nada sucediera, aunque el borde de sus ojos lucía un tenue color rojo, por supuesto que la única que se dio cuenta de que Fayna se había maquillado, fue Olivia, pues fue la única manera que encontró Fayna de disimular lo hinchado de sus ojos.
—¿Estás bien?
Consultó de inmediato la curvy, porque en esos pocos días le había tomado más que aprecio a Fayna, no era simplemente porque era su cuñada, era por la esencia que la joven tenía.
—Estoy también, como me lo permite el saberme que estoy desempleada.
Informó Fayna mientras hacía un mohín con sus labios, y tomaba asiento justo enfrente de Olivia, y en diagonal a Theo, que no despegaba los ojos de ella, sorprendido de que esta joven no estuviese llorando, o acusándolo con Amir u Olivia, por lo que había sucedido entre ellos en la habitación, después de todo, fue Theo quien comenzó a besar a Fayna primero, sin embargo, la castaña