Finalmente, Blas decide levantarse de su silla e ir a la oficina de su jefe y notificarle acerca de la decisión de Antonella. Mientras se acerca a dicho lugar, alcanza a escuchar la voz fuerte de dos hombres quienes aparentemente están discutiendo.
—Bien, no pienso discutir contigo sobre eso, Albert. Si estoy aquí, es porque también soy socio de esta empresa, no lo olvides.
—¿Qué? Nunca has hecho nada para sacar la empresa a flote y justo ahora vienes a decirme que te interesa como van las finanzas —El CEO se mofa de su hermano.
—Es diferente, ahora voy a tener un hijo y quiero asegurarme de que tenga todo lo que merece.
—Claro tu hijo si importa, ¿Por qué no pensaste en los míos antes de acostarte con mi mujer? —esgrime.
—Una mujer que no era feliz contigo y que tampoco le importó follar con tu propio hermano. —responde sin más.
—Cállate, joder. —ordena apretando sus puños con fuerza, intentando controlar su ira.
Aunque Albert quiere destrozarle la cara de un puñetazo a su