Cora.-
Veía a Ángelo a través de la ventana de la habitación, era desgarrador verlo en esa cama, con todas esas máquinas manteniéndolo con vida, su cabello estaba desordenado, su rostro pálido, demacrado.
Me habían autorizado estar con él, pero el miedo me lo impedía o tal vez la culpa, por mis palabras antes de lo sucedido, por todos las estúpidas razones que le di para terminar con él.
Y ahora estamos aquí, los médicos solo están “esperando” no saben que más hacer, no saben si morirá, no saben si se salvará, no saben nada, el disparo fuer certero en el cuello.
“Ya es un milagro que haya llegado con vida al hospital”
Expresó uno de los médicos, Ángelo no tiene familia, solo me tiene a mí y no sé si yo sea suficiente para que él decida ser fuerte y quedarse.
— Hermana –giro de inmediato al escuchar la voz de Julia.
— ¡¿Qué carajos haces aquí?! Te dije que no vinieras Brian está en el hospital –le reprocho con enojo.
— No podía dejarte aquí sola, mis padres vendrán luego para a