Capítulo 94

Lo ignoré y me fijé únicamente en la bandeja tapada que guardaba un manjar.

—Te traje un poco de lasaña casera, vegetales y gelatina de fresa—comentó al tiempo que depositaba la bandeja sobre la vieja cama, a un lado de mí.

Sus ojos grises se encontraron con los míos y del bolsillo de su pantalón sacó un pequeño jugo de manzana con una pajilla.

—Come con calma, por favor, o te caerá pesado…

Apenas escuché sus palabras cuando me abalancé a la bandeja.

Fue una deliciosa probar aquella lasaña hecha por los dioses. No respiré por miedo a que me lo arrebataran y no pudiera comer lo suficiente para saciar mi hambre.

William se sentó en el sofá, mirándome con tristeza o lástima. A decir verdad, me valió un rábano. Yo me dediqué a comer lo más rápido que pude.

—Tessa…

Tragué con dificultad y lo miré con desdén.

—¿Qué? —logré decir.

—Come con calma—repitió.

—Nada me garantiza que volverán a alimentarme mañana—grazné—debo guardar reservas…

Estreché los ojos.

—Hablas como si de verdad Noah fu
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