Celia se detuvo en seco en su lugar sin poder reaccionar.
Darío se levantó rápidamente y abrazó a la mujer que entró, presentándola a todos:
—Ella es Sandra Jiménez, mi prometida. Vamos a celebrar la boda el próximo mes.
En sus dedos entrelazados lucían un par de anillos que indicaban su compromiso.
—Sandra, permíteme presentarte a mis mejores amigos, Hans Rivera y Aarón Quiroga.
Sandra saludó a ambos con una sonrisa:
—Mucho gusto, señores.
La mirada penetrante de Hans escaneó rápidamente a Sandra. En solo un segundo, apartó la mirada sin mostrar ninguna emoción en sus profundos ojos.
Una vez que todos llegaron, los platos fueron servidos rápidamente. Mientras comían, Esperanza observaba a la mujer que se sentó al lado de Darío. Estaba un poco confundida. ¿Por qué esa joven se vestía de manera similar a mamá? No pudo evitar preguntar a Hans en un susurro:
—Papá, ¿no crees que esa señorita se parece un poco a mamá?
Lo dijo en una voz muy baja y solo Hans podía escucharla, pero Hans solo