Capítulo 171
Dafne tomó la tarjeta y dijo:

—Gracias, señor.

El director del sanitario también ordenó:

—Vengan a ayudar a Dafne. Llamen a un coche fúnebre para llevarlas a casa.

Pronto, Dafne y algunos cuidadores llevaron el cuerpo de Elba. Cuando pasó junto a Hans, solo caminaba sin apartar la mirada. De repente, Hans agarró su brazo.

Pero Dafne solo sonrió:

—Señor Rivera, tengo sangre en mi cuerpo que ensuciará tu mano.

Parecía que había una barrera invisible que los separaba en dos mundos. Esa barrera era transparente, intangible, pero indestructible.

Ella se soltó de su mano y pasó junto a él, sin mirar atrás. Hans se quedó allí, con las manos frías y adormecidas.

En un instante, sintió como si hubiera perdido algo que guardaba en el corazón.

***

El cuerpo de Elba fue llevado primero a la habitación en el sanitario. Dafne cerró la puerta y tomó una toalla limpia, la remojó en agua tibia y limpió cuidadosamente el cuerpo de Elba. Luego buscó un vestido liso bordado con flores de hibisco en el arm
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