Narrador
Pasaron varios días desde la última vez que había visto a Alfred, su corazón agonizaba de dolor por su crueldad. Le molestaba mucho su actitud, no podía creer que haya desterrado a su amiga de toda la vida de esa manera.
No le importó su súplica, ese hombre no tenía corazón y lo peor de todo era lo que ella sentía por él, estaba enamorada y sufría por ello.
La princesa Kyra se paseaba por el castillo como si fuera la reina del lugar, Alfred no había confirmado su relación con ella, pero su presencia incomodaba a Elizabeth.
La observaba desde lejos cómo se dirigían a ella y las libertades que le daba Alfred. Caminaba libremente, sin prisa alguna y lo que aún más le molestaba esa sonrisa que parecía tallada en su cara a toda hora.
No había tenido la oportunidad de conocerla, por que odiaba la idea que ella sea quien ocupe su lugar, y quién había ayudado a que se haya olvidado de ella tan fácilmente.
Se sentía vacía sin su familia a pesar de hablar con ellos con frecuencia, pidi