-¿Que sucede?, preguntó ella algo asustada al ver su reacción.
-Sube al coche, dijo en un tono seco.
-¿Puedes decirme lo que te ocurre?
-No es nada, dijo tratando de contenerse.
-Creo que será mejor que te lleve a tu casa, dijo luego subió rápidamente a la camioneta. Abril se quedó un momento analizando la situación, luego lo siguió.
Cansada, ella subió al coche y no se atrevió a siquiera mirarlo, estar con el solo le causaba dolor. Tenía el presentimiento de que él había decidido dejarla y no sabía cómo hacerlo, quizás había alguien más en su vida.
Había pensado en la posibilidad de que él tuviera a alguien más en su vida y que todo lo que habían vivido fue solo una aventura del momento, pero ella se había enamorado de él y eso le dolía.
La rabia le invadía por no percatarse de sus intenciones, y nuevamente hoy se había prestado nuevamente para un juego.
-¿Qué haces?, dijiste que me llevaría a mi casa, eso es lo que estoy haciendo. Pero antes debemos pasar por un lugar.
-¿Que luga