93. Verdades del corazón.
Aurora bajó al jardín, se acercó a Libeyka que estaba con Draco, ella la desdeñó con la mirada.
—Aléjese de nosotros.
—Lo siento Libeyka, pero no vas a apartarme de lo que me pertenece.
Libeyka le ordenó a la niñera que se llevará a Draco al otro lado del jardín a jugar con los otros niños. Después que Draco ya no las podía escuchar agregó:
—Eres una oportunista, solo quieres quedarte para quitarme a mi marido, a pesar de los años que han pasado no dejas de ser una zorra.
—Y tú solo te aprovechas de mi hijo para atar a un hombre que nisiquiera es tu mate, eres una manipuladora igual que Valka.
—Y tú una asesina.
—Yo no la maté.
—Todos en esta manada saben que tú causaste su muerte, y Daren también lo sabe, él te va a encerrar.
—Si el alfa intenta encerrarme, primero tendrá que llevarme a juicio, sé que saldré inocente.
Gabriel salió al jardín y caminó hacia donde estaba el templo de la diosa, todos podían suponer que iba a rezar, pero Aurora y Libeyka sabían que él se marcharía.
Auro