*—Callum:
Callum miró al alfa un segundo. Y ahí estaba: una ligera curvatura en los labios, como si se divirtiera con su incomodidad. Como si supiera exactamente lo que estaba provocando.
—¿Callum? —insistió el beta.
—Ah... sí, perdón —dijo, intentando recomponerse—. Prefiero entornos... donde haya claridad en las... jerarquías. Digo, en la comunicación. Y que... haya respeto por los tiempos de cada empleado.
Jessie levantó una ceja y Nicole anotó algo.
Callum tragó saliva, sintiendo cómo le temblaban las manos. No podía más. Cada mirada del alfa lo drenaba, le robaba la coherencia. Era como si sus feromonas aún vivieran dentro de su cuerpo, como si su vínculo no se hubiera roto del todo y como si su piel reconociera a ese hombre como algo que todavía le pertenecía.
—¿Y cómo manejas los conflictos con tus superiores? —preguntó Nicole sin levantar la vista.
«Depende. ¿Está hablando de conflictos laborales o sexuales?», pensó, casi con rabia, casi con desesperación.
—Intento siem