Capítulo 164 —Bandera roja
Narrador:
A la mañana siguiente, Sofía encontró a Eros en la terraza, recostado en una silla, con una taza de café humeante en la mano y la mirada perdida en el horizonte. El sol apenas calentaba y el aire fresco traía olor a sal, pero ella no se detuvo a disfrutarlo; venía con un objetivo claro.
—Vaya… pero si es la mismísima jefa en persona —murmuró él al verla acercarse, dejando la taza sobre la mesa —¿Y a qué debo el honor tan temprano?
Sofía se sentó frente a él sin pedir permiso, apoyando los codos sobre la mesa como si estuviera a punto de iniciar una reunión secreta.
—Quiero contarte algo, tío Eros.
Eros arqueó una ceja, divertido por el tono grave.
—Suena serio.
—Lo es —afirmó ella, bajando un poco la voz —Ayer, en la piscina, había una mujer. Dice que se llama Marina Cortez.
Él frunció apenas el ceño, captando al instante que no le hablaba de una simple desconocida.
—¿Y?
—No me gusta —respondió Sofía, con esa contundencia que no admitía réplic