La pasión de Alfa y luna.
La familia de vampiros De Magenta, se había mantenido al margen de la crueldad con la que su rey, Stefano Drakal gobernaba.
Ellos vivían en paz con los humanos en Inglaterra, tenían muy buen estatus y buenas costumbres, así pasaban desapercibidos ante la sociedad inglesa.
— Cálmate Joshino, ya viene tu novia. — Pidió el Alfa Romano.
— Josh, toma, es un batido de proteínas, sé que es tu favorito. — La elfa hablaba, solo que en ese momento el sorbeteo de un popote la interrumpió.
No era otra que Aleska que bebía de su malteada, ella parecía disfrutarla bastante. Lo que enojó más al joven Alfa.
— Parece que tú malteada está muy rica, Alaska. — Karoline preguntaba.
— Si, lo está, ¿Quieres? — La loba le extendió el brazo a su prima, pero el batido fue tomado por el Alfa de ojos azules, y lo sorbió hasta que se lo acabó.
— No estaba tan bueno, vamos, te compraré otro. — Dijo el lobo y se llevó con él a Ales prácticamente a rastras.
— Hey, ¿A dónde llevas a mi chica, lo