Por la madrugada, el Alfa Leonardo, y el Alfa Damiano, llegaron al territorio Silver Wolf. Ellos bajaban de su caballo para entregarlos a los centinelas que hacían el turno de noche.

Obviamente él anfitrión dormía con su luna embarazada en la habitación principal del castillo.

— Alfas Salvatore, bienvenidos a la manada Silver Wolf, le asignaremos habitaciones enseguida. — El beta del Alfa Storm, Mika, estaba a cargo de recibir a los Alfas que llegaran por la noche y madrugada.

— Beta Mika, Necesito hablar con él Alfa Romano, urgentemente, ¿Dime dónde está? — Leonardo no se iba a andar por las ramas.

— El está dormido con su prometida en estos momentos. Mañana podrá hablar con él.

— Tiene que ser ahora. No puedo esperar hasta mañana. — Dijo el Alfa un poco exaltado.

— Imposible, el dejó órdenes precisas de no ser molestado, además su insistencia... Con todo respeto Alfa. Usted sabe que este es un lugar neutral. No sé admiten peleas, de lo contrario estarán ofendiendo