La espera en el aeropuerto se sentía eterna.
Orion estaba completamente molesto; sus padres habían anunciado su viaje para la fiesta de inversionistas, y la "sorpresa" de su madre solo intensificaba su frustración.
Él quería estar en la universidad, investigando el pasado de Destiny.
—¡Mi pequeño bebé! —El grito de su madre, Mara Blaine, lo sacó de sus pensamientos. Una mujer hermosa, de cabello negro y ojos dorados, corrió hacia él y se le lanzó encima.
—Mamá, ¿cuántas veces debo decírtelo? No puedes lanzarte así... —replicó Orion, aunque la abrazó con una sonrisa.
—No puedes negarle eso a tu madre —dijo ella, ignorándolo.
El padre de Orion, Kael Blaine, se acercó, mostrando una sonrisa divertida.
Sus ojos eran verdes, como los de su hijo, y un pequeño lunar cerca del ojo le daba un aire bohemio y pícaro.
La imagen viva de los Blaine, haciendo que las palabras de Orion a Destiny sobre no parecerse a su familia fueran una completa mentira.
—Papá, te he extrañado, no imaginas cuánto...