90. Nunca más
Scarlett realmente no recuerda lo que sucedió después de escuchar a Víktor.
Intentó girarse y correr de vuelta a la puerta, justo cuando Edmund la detuvo y la devolvió hacia atrás. No sabía Scarlett si de su garganta salían esos ligeros plañidos o realmente estaba gritando, o lo estaba imaginado. Edmund sólo la detuvo y la miró.
—¡Señora, cálmese! —pidió Edmund.
Scarlett recuerda simplemente desmayarse. Así, sin más. La impotencia que tuvo todo éste tiempo con Janet, el miedo de perder a sus bebés otra vez. Ahora, la sentencia de muerte de Gerald. En manos de Basian. No saldrá. No. No podrá. Imaginarse ahora un mundo sin Gerald la destrozó por completo, la dejó sin aire, enterró el corazón. Ahora, que cree que lo perdió, o que lo puede perder, Scarlett pierde las esperanzas.
Parpadea al encontrarse de nuevo con la luz. No trae cobija, tan sólo permanece recostada en un sofá. Sigue con la misma ropa, el pitido en su oído le aturde al acomodarse. Scarlett entrecierra los ojos y de