32. Sin escape de sus brazos
Scarlett no puede comprenderlo. Por más que busque una razón, es imposible conseguirla. Alguien que se supone es desconocida para siempre, alguien que nunca ha visto. De por sí el apellido Montgomery le roba el aliento, escucharlo más seguido es una clase de tortura.
La doctora Jane ya desapareció por completo, y la sensación extraña permanece allí clavada. Scarlett toma algo de aire porque en estos momentos lo último que quiere pensar es en su familia. Los Montgomery, ninguno de ellos merece alguna de sus atenciones. Quizás fue simple coincidencia. Bien se sabe que los Montgomery son una de las familias con más renombres…quizás, tan sólo quizás, pudo imaginárselo.
Tanto el símbolo como el apellido.
Qué extraño.
Frunce un poco el ceño.
No…
Hay algo aquí que no le sienta bien.
Al oír los ladridos de algunos perros rondando la casa, darse cuenta que los hombres de Gerald siguen aquí, ya la idea ronda por su mente: su esposo no ha salido de la propiedad.
Debería aprovechar ahora antes de