14. Marianné está bajo la protección de Remo
Sin vacilar, Remo se lanzó a agua en busca de Marianné, y al no verla cerca del área de donde había saltado, sintió un miedo terrible.
Uno que no nunca antes había experimentado.
Nadó sin rumbo, con la esperanza de encontrarla a los alrededores y que no fuese tarde. Joder, la sola idea le quemaba la piel. No podría perdonárselo.
Salió a la superficie en busca de aire.
— ¡Marianné! ¡Marianné! — llamó. Su corazón latiendo desesperado.
Volvió a sumergirse. La lluvia y la marea eran sus peores enemigos esa noche.
Nada.
Emergió.
Entonces vio a Savino y a su gente a los pies de las rocas, buscándolo con linternas.
— ¡Remo!
— ¡Aquí! — gritó. Savino apuntó la linterna en su dirección — ¡Marianné ha caído! ¡Debo encontrarla! — y una vez más, tomó una grande bocanada de aliento y se sumergió, sin dar la oportunidad a Savino de nada.
Nadó todo lo que la marea y sus pulmones le permitieron.
Entonces la vio.
Estaba atrapada entre las piedras, completamente inconsciente. Sin pensarlo do