Mundo de ficçãoIniciar sessãoMe revuelvo cuando siento mucho calor, pero algo o, mejor dicho, alguien me impide moverme. Abro sólo un ojo para mirar la hora en el reloj de la mesilla de noche; ya son las doce de la mañana. La cabeza de Aiden reposa sobre mi vientre y me abraza de un modo extraño. Aunque sólo puedo pensar en lo adorable que está ahora mismo, con el pelo rubio revuelto y los labios ligeramente entreabiertos...
Hemos dormido juntos miles de veces, pero nunca me lo había encontrado así en ninguna de las ocasiones, abrazado a mí como si fuera alguna especie de chaleco salvavidas, como si tuviera miedo de que me desvaneciera.
Me cuezo de calor y me hago un pis que me muero, pero la verdad es que tampoco quiero despertarlo. Parece tan joven cuando duerme que me daría pena interrumpir su sueño, sería como despertar a Dylan.
Mis dedos se hunden en su cabellera rubia como el sol en invierno y la acaricio con cuidado. Gime levemente y me abraza con más fuerza.
Definitivamente, me e







