Dominick la miró seriamente ni esperaba tales palabras de ella.
— ¿Qué estás queriendo decirme? - El hombre quería entender cuál era la razón por la que ella acaba de decirle aquellas palabras.
— No estoy queriendo decirte nada, solamente te estoy dejando en claro que tú no eres mi dueño, y que no me importa que tengas sexo con otras, pero estoy pidiendo que tengamos igualdad nada más.
— Te escuchabas como una esposa de verdad.
— ¿Y acaso no soy una esposa de verdad? - Diane desafío al hombre que se mantuvo tranquilo en todo momento, Dominick no daba indicios de que arremetería en contra de la mujer.
— Vaya, no te entiendo y.
— Ni siquiera intentes de entenderme - De repente Diane recordó las palabras de su hermana, ella debía de tener la fórmula de la medicina de su madre, después Dominick Mascherano podría irse al mismísimo infierno si quería.
— ¿No estás jugando verdad? - Diane se asustó, pero se tranquilizó rápidamente, no podía dejar que el hombre viera a través de ella, aquello