La manada estaba sorprendida por todo lo que estaba pasando en la boda de su Alfa, por supuesto que conocían a la Valquiria Priscila, y su gran ego y arrogancia, esa mujer aunque era muy bella no tenía comparación con su luna, Temperace, además de hermosa, era una alma buena, noble, ayudaba a quien sea sin importar si eran lobos o humanos, ella era auténtica y amaba a su Alfa y su Alfa a ella
— Los miembros de la manada, nunca vieron con buenos ojos a la Valquiria Priscila, ella los miraba hacia abajo, los creía poco valiosos, de sentían mirados por ella con desprecio y asco, pero comprendían que su Alfa, la tenía a su lado para ganar las importantes batallas y protegerlos de sus despiadados enemigos
Más ahora que su rey Alfa, encontró a su luna y con ella el amor destinado que la luna le envió, no querían que se uniera a la Valquiria y eso se lo dejarían muy en claro
— Alexander, dile al sacerdote que aguarde unos minutos, iré a ponerme el vestido de novia, nos casaremos ahora mismo,