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Hmm... Temperace, si un día llegó a faltar, no debes de conocer a ese vampiro de Transilvania, esos te chupan la sangre hasta dejarte seco, además son unos don Juanes, solo te hará sufrir — el Alfa, estaba persuadiendo a su luna de no ir por ese camino

— pero que tonterías estás diciendo Alexander, a mi el único hombre que me gusta eres tú, me fascina acariciar el pelaje de Luken, no hay nadie en el mundo que se te pueda igualar, lobo endemoniado

— Aleksey , sonreía picarón, al escuchar a sus padres decirse cosas de amor, cuando el creciera también encontraría a su propia luna para decirle palabras románticas, pero solo a ella, los demás

Una semana después, la cachorrita Danielle, ya se podía poner de pié, gracias a la condición de ser una lobezna, sus heridas habían sanado bastante rápido, Temperace, le había habilitado una habitación en la mansión, era más que evidente que sus padres no irían a buscarla, así que después de haberlo hablado el Alfa y su luna, decidieron adoptarl