Alex la observa durante largos minutos en silencio, cautivado por su belleza y la forma amable en que interactúa con las personas a su alrededor. precia profundamente la delicadeza y elegancia con que maneja las situaciones.
– Señora Baker, siempre me sorprendes. – Junta sus labios con los suyos en un beso apasionado.
– Disculpa. – Sophia interrumpe acercándose, pero Alex la ignora y continúa besando a Rebecca.
– Alex, por favor, detente. Deja que la Srta. Spencer hable. – Rebecca pide, apartándose.
– Alex, ¿podemos hablar a solas por un minuto? – Sophia solicita.
– Absolutamente no, Sophia. Si tienes algo que decir, dilo delante de mi esposa. – Alex se niega, haciéndola sentir incómoda.
– Perdóname, Alex, por todo. Perdóname por Bryan, me dejé llevar. Nunca estabas presente para mí, e incluso cuando lo estabas, aún me sentía sola. Arruiné todo. Te arrojé a los brazos de ella. Sé que haces esto para castigarme, porque quieres verme sufrir. Dejé que mi familia hiciera este desastre. De