Alex lleva a Rebecca a una lujosa zona residencial situada cerca del centro de la ciudad. Allá encuentran a Leandro, quien los recibe con una sonrisa amigable.
– Buenas tardes, amigos míos.
– Buenas tardes, Leandro.
– Hola, Leandro. – Dice Rebecca, abrazándolo. – Pero, ¿qué estamos haciendo aquí, Alex?
– Vas a trabajar, Sra. Baker. Serás empleada del Grupo Murphy de 1:00 de la tarde a 7:00 de la noche. No tolero retrasos, así que sé puntual. Y no pienses que tu estatus como esposa del Sr. Alex Baker te exime de responsabilidades.
– Rebecca, estarás a cargo del proyecto de construcción de nuestra casa. Quiero que lo manejes personalmente.
– ¿Estás bromeando, Alex? ¿Hablas en serio? – Pregunta incrédula.
– Sí, querida, hablo en serio. Quiero que participes activamente en este proyecto, y sé que eres capaz. Será una experiencia increíble para ti. – Responde Alex con seriedad, mirándola a los ojos. – Tu primer trabajo será construir nuestra casa. Haz lo mejor que puedas y demuéstrale a Le