En aquel momento de silencio, cuando sus miradas se encontraron, la tensión en el aire se volvió palpable, mientras ambos luchaban por contener sus emociones conflictivas.
– No sé qué esperas con todo esto, Alex. Por favor, déjame en paz.
– ¿En qué momento comenzaste a tomar los medicamentos?
– ¿Realmente importa? ¿Qué diferencia hace ahora?
– Sí, importa. Estoy tratando de entender cómo pude ser tan ciego, incluso dedicando todo mi tiempo a tu lado, y no me di cuenta de esto.
– No sé en qué momento, y ya no importa. Aléjate de mí, Alex. No quiero tener estas conversaciones contigo. – Dice, exponiendo todas sus emociones, mientras intenta poner fin a aquel tema.
– No me iré de aquí hasta que podamos hablar de esto.
– ¡Dios mío, Alex! No quiero esto. – Exclama, sus sentimientos a flor de piel. – ¿No fueron suficientes nuestras conversaciones en el hospital? Soy una Halgrave, ¿no quedó claro que yo tampoco valgo nada? ¿Dónde está el poderoso Alex Shaw Baker, el genio implacable? Actúas