Ada y Adams tuvieron una jordana de sexo demasiado deliciosa, y es que ambos quieren más y más, aunque Grey no quería salir de la habitación, ya había hecho una reservación para sorprender a su esposa, así que le pidió que se pusiera un hermoso vestido color vino que él deseaba verle puesto.
—me falta algo...— Ada mira avergonzada a Grey
—¿No tienes bragas?— le pregunta y ella niega con la cabeza —no te preocupes, tengo una para ti y mañana iremos de compras
—¿Saldrás de compras conmigo?— Ada se acerca y se lanza a los brazos de su amado
—podrás comprar, todo lo que quieras, es hora de que te coloques las bragas, debemos estar a tiempo
—¿A dónde me llevarás?— pregunta y observa cómo él le coloca las bragas y atrevidamente antes de terminar de poner, deja un casto beso en el manjar que solo a él le pertenece —no hagas eso... Me provocas mucho
—tranquila— pasa saliva porque a él le encanta la intimidad de Ada es la mejor que ha visto
—¿Nos vamos?— demanda porque si no todo su e