—¡No!— exclamó y retrocede un paso por lo tanto Alessandro esboza una sonrisa maligna, a él le encanta que le tengan miedo de hecho de eso se alimenta para seguir haciendo el mal para sentirse poderoso
—¿No?— frunce el ceño y Bianca mira a su madre
—puedes llevarme a tu habitación— interviene Sonia ya que Bianca cuando no quiere ceder a algo es repelente y no quiero hacer enojar a Alessandro
—¿Usted?— miran Sonia con desagrado —a mi me gusta comer platos exquisito de calidad, jamás te tocaría y ni siquiera besarte, estás vieja y fea— Sonia se siente ofendida
—¡Usted es una mierda!— gritó furiosa —¡Toda la mierda que le dijiste a mi madre eso eres— lo señala mirándolo con odió
Alessandro aprovechó para agarrar a Bianca de la mano y le dijo con autoridad. —lo dudo preciosa, no eres la primera jovencita que he tenido en mis brazos y te juro que todas quieren más— la agarra más fuerte y se la llevaba la habitación
—¡No... suéltame! No quiero que me toques— se rehúsa, pero él es fuerte y