Durante el desayuno Alma finge que no vio nada, ni sabe nada sobre el encuentro sexual de su esposo con Miranda.
Miranda se sienta al lado de Alex, mientras que Alma lo hace al lado de Darién.
—Cariño, hoy tengo consulta con el doctor que lleva el control de mi embarazo. — Comienza ella a contar.
—Le diré al chofer que te lleve. — Responde indiferente.
Me gustaría que fueses conmigo, para que escuches los latidos de su corazón, será algo muy hermoso, si no vas conmigo te vas a arrepentir. — Comienza ella a tratar de persuadirlo.
—Tengo mucho trabajo. — Alega.
—Darién, no puedes dejarme sola en este momento, yo no hice este bebe sola. — Le recrimina.
—No comiences. — Le responde el, harto, no le gusta que ella intente manipularlo con el niño, el estará para su hijo cuando lo necesite.
—Debes ir, no sabes de lo que te pierdes. — Le asegura Miranda, dejando a los esposos con la boca abierta.
—No necesito tu ayuda. — Le responde Alma, molesta que Miranda se inmiscuya en asuntos que no le c