Las clases se van rápido. Tengo que correr para llegar a tiempo a la cita con la doctora Herrejon. Rodríguez se dirige conmigo al auto. Abre la puerta y me encuentro con mi sexy y celoso futbolista
—Hola hermosa— me dice y lo miro recelosa
—Hola— él suelta una sonrisita derrite polos y miro a la ventana
—¿Sigues molesta?
—Puede ser— me limito a contestar y continuo viendo por la ventana. En breve llegamos a un gran edificio de unos 6 pisos, entramos a la recepción y nos atiende una amable señorita que no para de coquetearle a mi futuro marido
—Notificare su llegada señor Dihmes— alzo la mano
—Y Vanessa Dihmes querida, no lo olvides— le guiño el ojo y esta se queda helada.
—Sí, disculpe señora— sonrío con esfuerzo y escucho la ronca risa de Bruno.
—Señora de Dihme