Capítulo 119: Dulce portadora de luz

Atravesar la entrada de la cueva se sintió similar al viaje entre la puerta del palacio de jade al mundo de Yue; sin embargo, esta vez se sintió menos aprensiva y la experiencia duró menos.

Cuando llegó al final del camino, ante sus ojos apareció un lugar hermoso, pero al mismo tiempo parecía un tanto tenebroso.

Al ver su expresión, Hécate soltó una risita y descansó su brazo sobre el hombro de Nohemi.

―Soy la diosa de la oscuridad ―habló con un tono alegre―. Mis dominios se encuentran en el Inframundo, ayudo a las almas perdidas a encontrar la luz.

―Si esto es el Inframundo, ¿por qué hay cielo?

El edificio en el que se encontraban era un templo, de altas columnas oscuras que resplandecían con su propia luz; más allá de las columnas, se extendía un vasto campo de flores, sus colores tan intensos que casi parecían negras. Entre ese mar de oscuridad aterciopelada, aparecían toques blancos, que irradiaban luz blanca como si sobre la alfombra de flores hubiese llovido trozos de luna.

A pe
Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo