Davian Taleyah
La ceremonia había comenzado con la solemnidad que esperaba de un evento Taleyah. Luces blancas colgaban entre los árboles, mesas vestidas en lino marfil brillaban, y los alfas conversaban entre copas de vino mientras el rumor de expectativas crecía a cada minuto.
Sostenía a Khaos en mis brazos. Despierto ante el ruido de nuestro alrededor y las personas que se acercaban para verlo mientras yo conversaba con tres alfas del norte cuando uno de ellos dijo algo que detuvo el flujo de mis pensamientos.
—¿Y esa belleza que acaba de llegar?
Giré por puro instinto. Y entonces la vi.
Julienne.
Entraba al jardín con el vestido blanco ajustado a su cuerpo moldeado por la maternidad. Su andar era elegante, pero sus ojos estaban alerta. Su cabello recogido y algunos mechones sueltos en ondas suaves sobre los hombros. Tenía una presencia que detuvo mi respiración.
Lo peor de esta noche es que todos la miraban.
Sentí la tensión de Kaemon en mi interior. Mi lobo quería gruñir, marcar