CAPÍTULO 56. Una decisión irrevocable.
CAPÍTULO 56. Una decisión irrevocable.
Henry la miró con esa tristeza que se acumula después de noches infinitas de desgaste psicológico. En su interior quería decir cualquier cosa que la calmara, pero no estaba dispuesto a mentir más.
—Lo siento —respondió despacio, bajando un poco la voz—. Pero no es así. Ya no.
Julie Ann retrocedió como si le hubieran clavado un cuchillo.
—¡Mientes! —chilló, golpeando la mesa con las palmas abiertas—. ¡Estás mintiendo! ¡Me has amado toda tu vida! ¡La zorra de Rebecca era la que nos separaba pero ella ya no está! ¿¡Entonces por qué…!?
—Porque me mentiste. Porque me manipulaste. Porque de un día para otro descubrí una versión de ti de la que no podría enamorarme. Por eso —declaró mientras Julie Ann rompía en llanto y Carlotta corría a abrazarla, llorando junto con ella.
Chelsea también se acercó para acariciarle la espalda, intentando consolarla y al mismo tiempo lanzando miradas de odio a su hermano.
—Henry —dijo con un tono que pretendía ser razona