20. ESTÁ MUY DÉBIL
KIERAN:
Miré a mi asistente y madre subrogada de mis cachorros; estaba demacrada, sobre todo ahora que me observaba con esa mirada de asombro y miedo. ¿Qué parte de que permaneceríamos juntos no había entendido? No respondí a su pregunta; en su lugar, coloqué el soporte de los sueros dentro del baño y me alejé.
La decisión de no asignarle un cuidador ya no me estaba gustando. Al conectarme con mis cachorros, podía sentir ahora cada cosa que le sucedía a Claris, y era una sensación imposible de ignorar o definir que me hacía correr hacia ella, aún en contra de mi voluntad.
Durante toda mi existencia, me había enorgullecido de ser un lobo solitario. La independencia era mi estandarte, la libertad mi único compromiso, sin conexiones que pudieran hacerme actuar en contra de mis propios intereses. Y, sin embargo, aquí estaba, corriendo instintivamente ante la más mínima señal de peligro hacia mis cachorros.
Era un comportamiento que había observado innumerables veces en los miembr