-Delicioso- alabó Mitch alejándose el plato y limpiándose la boca con la servilleta.
-¿De...de verdad?- preguntó Derek sonriendo tenuemente.
-Sí- asintió el castaño.
-Menos mal, nunca...nunca había hecho un plato tan elaborado y... temía que no saliera bien- dijo.
-Sabes bailar, cocinar, eres ordenado, se te da bien hacer las tareas domésticas...- empezó a enumerar Mitch.
Derek se ruborizó para levantándose de la silla recoger los platos.
-Derek-
Éste le miró.
-No eres mi chacha- aclaró Mitchell.
-No...no quiero ser un... inútil y... qué menos que yo me encargue de...que cuando llegues, tu casa esté en condiciones-
Con los platos en una mano y los cubiertos en la otra, anduvo hacia la pica y los dejó en ésta.
Mitchell pensó como decirle que tendr&ia