Elenah oyó otro alarido aún más fuerte que el anterior.
Cubriéndose las orejas, se apresuró hacia el exterior viendo cómo aquel castaño claro se llevaba a Donovan en su coche.
Acercándose hasta Linden, preguntó:
-¿A él no le darán su merecido?-
Linden sonrió para sí.
Derek, dentro del coche, observaba cómo aquel policía se iba con el otro tipo.
-Elenah, su castigo lo obtendrá pero no será Gideon quien lo haga-
-¿Entonces?-
Cruzado de brazos, Linden repuso:
-Con la escoria de menor categoría no nos manchamos las manos-
Luego, abriendo la puerta del conductor, subió al coche de Gideon.
-Dile a Gideon que me llame después-
-Sí señor- asintió ella.
-Aaa y por cierto, mi enhorabuena, futura mamá-
Elenah sonri&oac