Gideon traspasó la puerta de casa.
Presentaba un aspecto deplorable.
Sus ropas estaban manchadas de sangre.
Caminaba hacia el salón cuando...
-Has...tardado-
El federal descubrió al policía sentado a la mesa, con los pies encima de ésta, un vaso y la botella de whisky y fumando.
-Creí que lo habías dejado- dijo Gideon.
-Y yo que me lo contabas todo- respondió Ryan llevándose el cigarrillo a los labios.
Dándole una calada, expulsó el humo.
Luego lo espachurró en el cenicero y se cruzó de brazos.
Lo hizo de manera chulesca, sin dejar de mirar a su pareja.
-Me gustaría darme una ducha y ponerme algo más cómodo, así que si no te importa...-
-¡Quieto!-
Gideon se detuvo apenas si dio dos pasos y de espaldas a él.
Ryan, de pie, le obser