Me gustaba pasar tiempo con mis amigos, sólo que últimamente pensaba mucho en el ruiseñor, me preocupaba demasiado, aún estaba delicado y aunque mi mamá estaba al pendiente de él y me informaba de todo, no era lo mismo a que yo estuviera cerca y pudiera cuidarlo aún más.
—¿Ya te vas? —preguntó Bastian mirándome
—Sí —me levanté y tomé mis cosas
—Te acompaño
Ambos nos despedimos de nuestros amigos y nos fuimos camino a casa pero, nos tocó la sorpresa de ver a Iker y su amiga esperando el bus. Teníamos que pasar frente a ellos para seguir nuestro camino y quería evitarme más especulaciones con él.
—Espera —lo detuve con una mano
—¿Qué pasa, estás bien? —Bastian se paró frente a mí
—S