POV Martina

La mañana entró con una despedida que se sentía como un eco de pérdidas pasadas. Gael se erguía junto a la puerta de la suite, su maletín médico aferrado en una mano y el abrigo colgando del brazo como una bandera de rendición. Su rostro reflejaba esa batalla interna que conocía bien, quería que darse a mi lado, descubrir porque de pronto me aleje, pero alguien debía volver al trabajo.

—¿Vas a decirme de una vez qué estás planeando, Martina? —preguntó, su voz cargada de preocupación, el ceño fruncido profundizando las líneas de su frente.

Ajusté el cierre de mi chaqueta con deliberada lentitud, fingiendo concentración en los documentos que parpadeaban en mi tablet. Era una barrera, una forma de ganar tiempo antes de enfrentarlo.

—No es algo que debas saber —respondí, mi tono neutro, como si las palabras fueran un escudo.

—Claro que debo saberlo —replicó, soltando el maletín sobre la mesa con un golpe seco que resonó en la habitación—. Vine contigo a Nueva York para el cong