Capítulo 49. Hogar
Sofía recorrió la casa en silencio, abrazada a sí misma. Temblaba de pies a cabeza, mientras las lágrimas caían por sus mejillas sin poder ser evitadas.
Y Marcus detrás, sin decir nada, esperando, también conteniendo todo lo que guardaba para sí mismo.
— ¿Esto es algún tipo de chantaje emocional? —preguntó ella al fin, girándose para mirarlo.
Marcus la sostuvo con la mirada.
— No.
— ¿Entonces qué es? ¿Un intento desesperado por hacerme cambiar de opinión? ¿Después de lo del bar…?
— No fue lo que parecía.
Sofía soltó una risa incrédula, amarga.
— Por supuesto que ibas a decir eso.
— Estaba borracho. Dios, ni siquiera lo recuerdo. No sé ni cómo terminé con Ágata en mis brazos. Lo único que recuerdo es que fui a ese bar porque necesitaba de alguna forma calmar lo que estaba sintiendo. ¡Me acababas de enviar la anulación de nuestro matrimonio y me enteraba por las noticias que ibas a casarte con otro, carajo! ¿Qué querías que hiciera? ¡Me estaba matando! Pero te juro que lo que viste… no