CAP 3 NO TE MERECE

Nunca voy a olvidar lo que hizo Omar por mí esa noche…

Omar observó mi cuello y me cubrí como pude, tenía algunos moretones que Roger me hizo anoche. “Tengo que irme, muchas gracias Omar”.

El asintió y entró al edificio, curiosamente era vecino de Roger.

Después de despedirme mi sonrisa se esfumó, suspire mirando el edificio donde vivían ambos chicos, después de un tiempo me gire y me fui directo a mi casa, mi padre estaría preocupado por mí.

Di algunos pasos y no podía creer a quien me encontraba, al parecer el día iba a ser largo y tedioso.

“¡Liliana!”.

Fruncí el ceño mirando a Bianca. “¿Qué quieres?”.

“¿Tú te llevaste a Roger anoche?”.

Sonreí altanera. “Si”.

Ella se abalanzó a mi dándome una gran cachetada, les juro que me dolió tanto que una lágrima salió de uno de mis ojos.

Me acerque y se la regrese, no iba permitir que se aprovechara de mí, no más de la Lili tranquila y callada que todo le aguantaba a esta tipa, además estábamos en la calle, todos nos veían.

“¿¡Como te atreves?!”. Ella ahora se hacia la indignada.

Yo furiosa le advertí. “Solo te regrese el golpe que me diste y será mejor que no intentes hacerlo de nuevo”.

¡Imagínense! su piel era clara se notaba cada uno de mis dedos en rojo en su mejilla. Quería reírme en ese momento de la imagen, pero me controlé y fue difícil.

“Aunque te acuestes con Roger, él nunca te verá más que como su amiga o su hermana. “El solo me quiere a mí”.

Eso de veras dolió, porque hace unos minutos me había dado cuenta que era cierto, él nunca me vería de otra manera, suspiré y le dije. “No hablaré más contigo”.

Caminé lejos de ella mientras seguía gritándome infinidad de cosas amenazándome. “¡Le diré a Roger que me golpeaste ya lo veras!”.

Subí a mi coche, un Beatle blanco era mi adoración, conduje hasta la mansión donde vivo con mi padre, no estaba muy lejos del departamento de Roger y agradecía por eso, a veces se quedaba hasta tarde en mi casa o yo en la suya, vivir cerca nos beneficiaba a ambos.

Llegué a casa y papá salió casi corriendo. “Hija ¿Dónde estabas?”.

Lo siento papá, hubo una fiesta y me quedé en casa de Roger.

Mi padre sonrió, sabía que yo y Roger éramos muy unidos desde niños. “La próxima vez avísame dónde estarás”.

Me acerqué y lo abracé. “Gracias papá”. Suerte que llevaba un suéter en mi carro para cubrir los moretones en mi cuello.

“Vamos le diré a Malina que sirva el desayuno”.

“Si, solo me daré un baño rápido”. Subí las escaleras para darme una ducha y usar ropa adecuada para desayunar con mi padre.

Pasó el fin de semana rápido, no tuve ninguna noticia de Roger, sus palabras carcomían mi corazón. -Esto estuvo mal Lili ¿No lo entiendes? tú eres mi mejor amiga…

Suspiré con tristeza y recogí mis cosas, era hora de ir a la escuela, buscarlo y hablar con él.

Llegué temprano, caminé por las aulas sin encontrarlo por ninguna parte, pensé por un momento, él siempre estaba en el patio con sus amigos. Salí del edificio y desde la puerta lo vi…

Estaba abrazado a Bianca ella sonreía feliz en sus brazos, otros chicos estaban a su lado jugueteando y conversando, mi sangre llegó hasta mi cabeza cuando vi como Bianca se acercó a besarlo y él siguió el beso. Yo me quedé pasmada, mis lagrimas empezaron a salir sin control, me quedé estática, sentí como alguien me jalo y me hizo caminar lejos de ahí.

Solo sentía que mis pies se movían y mi muñeca era apretada, estaba recordando las palabras de Roger en su departamento, la noche que pasamos y como se besaba con Bianca hoy.

Cuando reaccioné ya estaba atrás de la escuela de pie frente a Omar, parpadeé varias veces para volver a la realidad y vi su mirada preocupada frente a mí. “¿Estás Bien?”.

Yo asentí bajando mi mirada con vergüenza.

El se recargo en la pared quedando a un lado mío sin hablar, yo hice lo mismo, me recargue y cerré mis ojos llorando incontrolablemente, Omar se quedó en silencio junto a mí, no sé cuánto tiempo pasó, pero me cansé y empecé a limpiar mi cara cuando él me entregó un pañuelo. “Gracias”.

El puso sus manos en los bolsillos y me dijo. “No te merece…”

Yo solo asentí, sin querer contestarle, de alguna forma pensaba que él tenía razón.

Las clases terminaron curiosamente en ningún momento me encontré con él, si siempre me venía a buscar antes de verse con la teñida de su novia, caminé hacia la salida y me encontré con Omar. “Hola”.

Yo le sonreía. “Hola”.

“Oye necesito algunos repuestos ¿Podrías acompañarme a comprarlos? solo si voy contigo me dan precio especial”. Me preguntó regalándome una sonrisa.

Yo sonreí asintiendo y caminamos por la acera hasta el centro comercial.

Días después…

Como cualquier otro día llegué a la escuela, caminé por la entrada encontrándome a Bianca de frente junto a Roger, él al verme giró la mirada y me sentí peor que el día anterior, Bianca sin perder tiempo de molestarme. “Liliana, el sábado habrá una fiesta en mi casa, Roger y yo formalizaremos, estás invitada”.

Yo mire directamente a Roger, él hizo una mueca y me miró, su mirada ya no era como antes, cariñosa y siempre regalándome una sonrisa, ahora era fría y creo que hasta con asco, yo quería aguantar las ganas de llorar, estaba a punto de hablar, pero sabía que mis palabras saldrían cortantes y con dolor.

“Lili”. Todos giraron al escuchar a Omar. Él se acercó notando mi semblante, observó a Roger de manera despreciativa. “Oye necesito tus apuntes de español”. El tomó mi brazo y me sacó de ahí, yo solo asentía a lo que él decía, pero en realidad ni siquiera lo escuchaba, solo agradecía que haya llegado en el momento preciso.

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