Rosangela baja del ascensor con la elegancia que le caracteriza, su vestido caro y zapatos de diseñador reflejando su estatus.
Sus pasos son firmes y decididos mientras se dirige a la oficina de Alessandro. Para ella la conversación referente a su compromiso está lejos de terminar.
Al acercarse, nota a la asistente del hombre que aun considera como su prometido, visiblemente nerviosa, y mordiéndose el pulgar, mirando hacia la puerta cerrada de la oficina de su jefe.
—¿Qué está pasando? —pregunta con voz firme.
La asistente no alcanza a responder, sus ojos fijos en la puerta.
Rosangela frunce el ceño, sintiendo una creciente incomodidad.
De repente, la puerta de la oficina de Alessandro se abre y una Nicole hecha una furia sale de la oficina.
Rosangela no tarda en reconocer a Nicole, ¿pero realmente cómo podría olvidarla?
Años atrás, esa mujer fue la amante de su prometido Alessandro. Y si bien en aquel entonces ella fingió no darse cuenta del engaño y de la relación existente entr