Sofía Mangano jamás pensó que esos hombres pasionales y salvajes que le comentaba su mejor amiga Maggie fueran verdad. Leonardo es todo un hombre en la cama, sabe que hacer y cómo tratarla. Como hacerla sentir incluso cuando ella va a tener sus orgasmos. Sabe perfectamente que hacer y la vuelve loca de deseo por él.
Ella desea gritar y gemir el nombre de ese hombre que la tiene clavada, pero no puede, y solo le toca gruñir, morder sus labios, aferrarse a las sábanas mientras siente todo ese mar de sensaciones que abarcan todo su cuerpo.
—Para… para ya por favor— suplica Sofía en susurró
—solo házlo, córrete para mí
—¡No! Es que…
—¡Házlo!
—¡¡Me voy a orinar!!— él esboza una sonrisa seductora
—solo sé libre, te prometo que será uno de tus mejores orgasmos, no te aguantes
—¡Ayyyyyyy caray!— fue a cerrar sus piernas, pero ese demente que le está haciendo el mejor sexo de su vida no lo permite
Di Napoli le acaricia la intimidad mientras le da fuertes estocadas dónde Sofía siente lite