Hoy es mi graduación, por fin… no puedo creer que lo logré, por fin tengo mi título universitario.

Estos 6 meses estuve totalmente entregada al restaurante y a la universidad; hoy puedo decir: no fue fácil, pero lo logré. Hace 2 meses firmé los papeles del restaurante y lo que al principio comenzó como una prueba resultó ser el mejor reto de mi vida. No negaré, al principio estaba aterrada, no sabía si sería capaz de sacarlo adelante; me daba miedo fracasar y tener que renunciar a mis sueños, pero la realidad fue otra, ya que cuando tomé el control implementé otras cosas que hacían falta para mejorar la atención y la calidad de la comida, convirtiéndolo rápidamente en el lugar más solicitado de la ciudad. Ya no era el restaurante al cual los empresarios de la zona acudían a almorzar, ahora era un lugar exclusivo, uno donde tenías que tomar cita si deseas entrar. Muchas veces no nos dábamos abasto, ya que les dábamos prioridad a los clientes que siempre habían frecuentado el lugar.

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