— no creo que puedan manejar, los tres bebieron está noche - dice Verónica — pienso lo mismo… ¿Qué opinan si vamos a mi apartamento?, ahí pueden descansar - propone Artur. — solo déjame avisarle a mi madre, no quiero que se preocupe. Después de que Verónica llama a Irene, abordamos dos taxis, en el primero suben Artur, Belén, Paul y Verónica y en el siguiente, César, Orlando y yo. — lo siento, no era nuestra intención quedarnos, pero a César se le pasaron las copas y él era quien nos iba a llevar, sinceramente no sé qué le ocurrió. — no te preocupes, no pasa nada … ¿Él está bien?— pregunto preocupada, pues César no ha reaccionado desde hace un rato — sí, solo está dormido… si no lo conociera también me asustaría, pero así es él cuando bebe demasiado. Al llegar al enorme edificio Orlando ayuda a bajar a César del auto. Todos subimos hasta el piso número 30 donde se encuentra el lujoso apartamento de Artur. — ustedes pueden quedarse en esta habitación - nos indica a las tres m
Dos semanas después Me encuentro en la oficina trabajando junto a Orlando. Mis días se han vuelto muy agitados, el único momento en que me puedo mantener quieta es cuando estoy en mi cama, sin embargo, en cuanto mi cabeza toca la almohada, no puedo evitar pensar en mi hermana. Hace unos días hablé con Orlando al respecto y no me dio noticias alentadoras, lo único que han averiguado es solo lo mismo que yo sé, Stella no salió a ningún viaje de trabajo, algo malo le ha ocurrido… El día de hoy estoy ayudando a Orlando a preparar una presentación para los directores de la empresa de alimentos. Últimamente, Orlando se ha vuelto más descarado con sus demostraciones afectivas dentro de la agencia, cuando estoy en mi escritorio se acerca tanto a mí que pienso que en cualquier momento nuestros labios se tocaran, por las mañanas llega muy temprano a la universidad para recogerme e intenta llevarme de regreso cuando es la hora de salida, suele enviarme mensajes de buenas noches y compartimos
Rowan Se ha hecho de noche, me encuentro acostada a un lado de Verónica mientras ella duerme cuando de pronto mi teléfono comienza a sonar. —¿quién habla? —¡señorita Rowan! —¿Emilia? — sí ... Necesito decirle algo, pero por favor, no le diga a nadie que la estoy llamando - me levanto de golpe de la cama - ¿se trata de Stella? — sí, hace un rato, escuché a su padre hablando con la señora Leonor — ¿qué pasa?, dime por favor! — no escuché bien, pero estaban comentando que la señorita Stella estaba en un hospital y que se encontraba muy grave - mi corazón comienza a latir con fuerza y las lágrimas comienzan a caer de mis ojos sin control. — ¿sabes en qué hospital se encuentra? — lo siento mucho, fue lo único que pude escuchar. — por favor, si averiguas algo, dímelo — sí señorita, sabe que las estimo mucho, a usted y a su hermana, las conozco desde que eran pequeñitas. — muchas gracias, prometo que nadie sabrá que tú me has dicho esto. — ¿estás bien?— pregu
Verónica Cuando Rowan se va con Orlando me quedo intranquila. Aún tenía la esperanza de que la hermana de Rowan estuviera bien, aunque en realidad no sé lo que le ha ocurrido, lo único que le dijeron es que estaba en el hospital, pero es fácil imaginarlo, lleva casi medio año hospitalizada eso es lo que puedo deducir, seguramente fue muy grave lo que le ocurrió. Cuando la puerta de mi habitación suena, me levanto de inmediato para abrir y tras de ella está Rowan, el aspecto desconsolador en su rostro me hizo sentir una gran tristeza… — ¿cómo está tu hermana? - pregunto con miedo de tocar alguna fibra sensible en estos momentos, es evidente que ha estado llorando por un largo rato. — … A mi hermana le dispararon en la cabeza - dice con la voz entrecortada. Puedo imaginar su dolor, también tengo una hermana a la que amo y me moriría si algo así le sucediera. Rowan no dice mucho y es que en realidad no sabe nada, al parecer Orlando no quiso decirle todo lo que el investigador había
Rowan Al despertar me encuentro con la mirada de Orlando, que está senado a mi lado, acariciando mi cabello. — ¿cómo te sientes? — … Ya mejor — ¿tienes hambre?, vamos, te invito a desayunar - dice intentando animarme. — no tengo mucha hambre, preferirá quedarme aquí — entonces, déjame ordenar algo y comemos aquí juntos, ¿te parece? — está bien … ¿Y Verónica? ¿No estaba aquí?— pregunto al percatarme de la ausencia de mi amiga — ella dijo que haría un par de compras, seguro que no tarda en volver … Por cierto, no quiero ser indiscreto, pero ¿ella está bien?... Es solo que me pareció ver un golpe en su rostro. — ¡eh! Sí, bueno, en realidad la asaltaron hace un par de días y el imbécil la golpeó cuando intento defenderse - digo lo más creíble que se me viene a la mente en ese momento. —¡Pero qué malditos! ¿Y realizó una denuncia? — ¡eh! Si, ya lo hizo - espero que mis palabras no afecten en nada a Verónica, obviamente no puedo decir la verdad. Orlando ordena algo para de
Rowan — hola - dice con un tono de voz cálido que provoca que un escalofrío recorre mi cuerpo … Pensé que esto no me volvería a pasar.— hola… lo siento, no sabía que estaba aquí - respondo nerviosa, sin poder mirar su rostro, esperando que no note las sensaciones que provoca en mi cuerpo.— sí… Lo siento, estaba a punto de irme.— … No!, no pasa nada, solo me sorprendí al verlo. Sebastián no me avisó que estaba aquí.— sí, él suele hacer ese tipo de cosas... — nuestras miradas se encuentran por unos breves instantes, sus ojos negros me miran con intensidad, lo que me hace desviar la mirada - Orlando me contó que usted y mi hermana son buenos amigos - digo para intentar disolver la tensión — así es…— me gustaría agradecerle por todo lo que ha hecho, si ustedes no me hubieran ayudado, jamás me habría enterado de dónde se encontraba ni que le había ocurrido. — me acerco hasta la cama y tomo la mano de mi hermana…— no tienes nada que agradecer, al contrario, yo te agradezco a ti, en
Al hablar con César pude sentirme un poco relajada aunque el camino de vuelta a los dormitorios fue igual de tenso como cada vez que estoy cerca de él… — ¡hemos llegado! - dice mientras coloca el freno de mano — muchas gracias - ambos nos quedamos callados por un breve momento, no entiendo por qué no salgo de aquel auto, ¿qué es lo que estoy esperando? — ... Bueno, no espero que nos volvamos grandes amigos después de lo que hemos hablado, pero si espero que podamos llevar una relación cordial. — … Creo que es una buena idea... — bien. - ... ¡Eh! B..bueno, es hora d...de irme. — nos vemos mañana en la agencia. — hasta mañana ... — salgo del auto y camino con pasos largos hasta que al llegar a la entrada de los dormitorios decido voltear al fin y me doy cuenta de que su auto aún sigue ahí estacionado. Cuando entro a mi habitación reviso mi teléfono y tengo un par de mensajes de Orlando y Verónica. — [ llevo solo un día alejado de ti y siento como si fuera una eterni
Mi cuerpo tiembla ligeramente ante la incertidumbre de lo que está a punto de ocurrir, mis ojos vendados no me permiten darme cuenta de lo que ocurre a mi alrededor. La habitación se ha impregnado de una fragancia fresca e intensa. Pisadas firmes se acercan hasta mí. Una mano grande recorre con delicadeza mis piernas desnudas y una voz que me parece familiar comienza a sonar. . . Estoy a punto de entregar mi virginidad a cambio de dinero, si me hubiesen hecho esta propuesta hace un par de meses, me habría reído a carcajadas… no tenía la necesidad, había una persona que se preocupaba por mí, pero ahora mi vida ha dado un giro de 180°, podrían decirme que esta no es la única opción, pero en mi desesperación fue la única alternativa, ¿qué podía ser una chica en mi situación? Solo soy una estudiante con un puesto de pasante de medio tiempo, un historial crediticio nulo y sin nadie a quien poder recurrir ...... La venda cae de mis ojos y mi corazón late con fuerza al ver al hombre que