171. HERMANOS
Marlon e Ismael lo miran con disgusto, pero a la vez aliviados al escuchar la promesa de su hermano. Aunque Ariel no les diga nada, están decididos a cuidarlo sin importar qué. Ante su silencio, Ariel agrega:
—Digo..., si no les molesta tener un insoportable hermano menor llamándolos cada cinco minutos.
—Ja, ja, ja..., a mí no me importará que me llames cien veces al día, todo lo contrario —dice Ismael—. Me encantará, no sabes cuánto te extraño.
—Ni a mí tampoco —se apresura a decir Marlon—. Tendré siempre el teléfono a mi lado para responderte, Ariel. Por favor, no vuelvas a dejarnos fuera de tu vida. Sé que nos volvimos obsesivos con tu cuidado después de ese accidente, pero no nos apartes. Somos tres hermanos, en las buenas y en las malas juntos.
—¡Los tres mosqueteros! —exclama Ismael riendo—. ¿Te acuerdas, Ari, que nos hacías jugar contigo así, a pesar de ser grandes?
Ariel se ríe recordando aquella época. Adoraba jugar con sus hermanos mayores. Luego adopta una expresió