421. LOS NIÑOS EN EL DESAGÜE
Marlon no podía contener las lágrimas mientras contemplaba la escena. Desesperado, tomó a un bebé escuálido entre sus brazos mientras Ariel cargaba a dos pequeños que se parecían a sus hijos. Los niños lloraban aterrados, y él intentaba calmarlos mientras el miedo y la incertidumbre lo consumían.
En total eran seis, todos ellos estaban muy demacrados y sucios. La doctora Elizabeth llegó corriendo junto al Mayor, quien, con voz firme, ordenó que les dieran los biberones de leche que habían llevado, además de repartir emparedados a los mayores, logrando que estos dejaran de llorar y bebieran agua.
—Tenemos que irnos ahora mismo. Si nosotros los oímos, los perros también lo harán —indicó el Mayor Sarmiento.
Sin más dilación, se organizaron para cargar a los niños. Los may