Apenas durmió dos horas, se levantó, fue al cuarto de las niñas, las ayudó a vestirse, y las envió al colegio.
—Señora Cleo, ¿Conrado se levantó? —interrogó y la señora negó con la cabeza.
—Se fue en la madrugada como a un poco más de las dos de la mañana, tomó uno de los autos y salió —respondió