Después del desayuno, las conversaciones en el santuario comenzaron a girar en torno a temas más serios. Las mesas se despejaron, y Cedric solicitó que todos los líderes y representantes de los clanes y pueblos presentes se reunieran en el salón del consejo.
Ethan y Adelia fueron invitados a sentarse en la mesa central, justo al lado de Cedric, Drak y el alfa Kal. No pasaba desapercibido el nuevo aire de respeto con el que eran tratados. Algunos no podían evitar mirar de reojo las marcas ahora ocultas por sus ropas, sabiendo lo que significaban.
Cedric alzó la mano para pedir silencio, y todos obedecieron.
—Hoy es el día en que comenzamos a prepararnos de verdad —dijo con solemnidad—. Ya no se trata de rumores ni de visiones aisladas. El enemigo ha dado señales concretas. Demonios del Vacío han cruzado portales que estaban sellados hace siglos. Sabemos que buscan los fragmentos de los antiguos sellos y que el equilibrio del mundo depende de que no los obtengan.
Drak, de brazos cruzado