...
Ilda Polak llevaba siendo secretaria del departamento de derecho privado desde hace más de diez años y había visto muchas cosas ocurrir ante sus ojos, pero jamás un romance entre estudiantes y docentes. Era perspicaz y astuta, dos características imprescindibles para el cargo que ocupaba, porque muchas veces aparecían chiquillas como la que acababa de irse, con excusas baratas para poder acercarse a los maestros. El romance entre estudiantes y docentes estaba prohibido por reglamento, pero eso no siempre le importaba a los involucrados. Al fin de cuentas, los romances tórridos eran atractivos, inyectaban cierta adrenalina en el cuerpo.
Ilda sabía cuándo estaba frente a ese tipo de romances tórridos. Lo olía, lo veía a través d