Megan
—¿Qué ha pasado? —digo—¿Dónde está papá?
—Lo está revisando el médico, parecía más estable —responde y yo asiento
—Iré con él —juntos subimos al auto y Ezequiel hasta la casa de mi padre, el silencio inunda el lugar. Recorro el espacio por inercia hasta llegar a la puerta de su habitación y justo en ese momento el médico sale—. Terry ¿Cómo está mi padre?
—Está delicado Megan, es parte de su condición cardiaca, tiene que reposar —dice y tomo una gran bocanada de aire—. Le he dejado un par de medicamentos, no dejes que salga por un par de días, va a refunfuñar pero creo que es lo más adecuado.
—Claro —digo y me adentro a su habitación, está pálido, tiene los ojos cerrados—. Padre…
—Mi niña —dice y tomo su mano—. Qué escándalo, fue solo un mareo
—No lo creo, Terry me ha dicho que tienes que estar un tiempo en reposo —él niega
—No le hagan caso a ese médico sobreprotector, ya me siento bien —dice mientras comienza a toser.
—Vamos a hacerle caso por un tiempo, ahora, tendrás qu